receta-risotto

Receta de risotto para chuparse los dedos

Publicado el 9 de septiembre de 2020 por Camilo

Cada país, cada región, tiene sus propias maravillas culinarias, y está claro que la gastronomía es uno de los mejores incentivos de un lugar para atraer a los turistas, e incluso  para ser reconocidos en todo el mundo. Pocos países, eso sí, pueden presumir de tener una cantidad de platos tan espectacular y variada como Italia. Tanto es así que la cocina italiana es apreciada hoy en día en todo el mundo, y es muy raro el lugar al que vayamos que no cuente con  un restaurante italiano, ya sea una pizzería, un lugar con pastas al horno, etc… Estamos hablando de un país en el que la dieta mediterránea se eleva a otro nivel, y del que han salido platos tan populares como la pizza, los macarrones o los spaguettis, que hoy en día se comen en todo el mundo, aunque tengan poco que ver con sus recetas originales.

Otro de esos platos que siempre triunfa allá donde va es el risotto, una de las delicatesen de la gastronomía italiana por antonomasia, un plato exquisito y muy fácil de preparar siempre que sigamos al pie de la letra las instrucciones de la receta original. Por supuesto, el risotto ha ido cambiando con el tiempo, y hoy en día cuenta también con muchas variaciones, teniendo solo como elemento común el arroz a la manera en la que se cocina para esta receta, añadiéndole poco a poco el caldo para que quede en su punto, y mezclándolo luego también con otros ingredientes, que variarán según la receta. Es un plato delicioso que siempre queda bien en cualquier reunión, porque gusta mucho, sacia bastante y además, no es complicado de preparar, como vamos a ver en este artículo.

Origen de este plato

La palabra risotto viene directamente desde el vocablo riso, que en italiano significa arroz. Se podría decir que el risotto es ni más ni menos que un plato de arroz, normalmente seco, al que se le pueden añadir muchísimos ingredientes diferentes, dependiendo de la receta que escojamos. Es un plato que tiene su origen en el norte de Italia, en las regiones de Veneto y Piamonte, ya que es aquí donde se suelen dar las grandes plantaciones de arroz en el país transalpino. El plato, sin embargo, ya se ha popularizado en toda Italia, y también en buena parte del mundo, como uno de los más exquisitos que podemos encontrar en la gastronomía mediterránea. Digamos que el risotto, más que la receta en sí, es la manera en la que se prepara el arroz, de la misma forma que la paella es el método y la sartén con la que se prepara el arroz típico valenciano.

Ingredientes Risotto

Llegamos a una de las partes conflictivas de la receta, porque al final no hay una sola variedad de risotto, sino muchas de ellas. Lo que todas tienen en común es el arroz, que suele ser de grado bajo o medio, y prepararse de una manera muy especial, añadiendo un poco de caldo cada cierto tiempo, evitando que se empape el grano, pero también que se drene del todo o que hierva. Esto es importantísimo para conseguir esa textura más blanda y cremosa que hace del risotto un plato tan especial. Para crear nuestra receta, nosotros lo vamos a acompañar con un poco de cebolla, sofrita en aceite, así como un caldo de verduras, por ser la opción que hemos escogido para nuestro risotto. Utilizaremos también un poco de vino y por supuesto, el queso parmesano, que no puede faltar. Como elemento cumbre nosotros hemos decidido utilizar setas, en este caso boletus, una de las variedades más habituales en este tipo de recetas.

Cómo preparar Risotto

Ha llegado la hora de ponernos manos a la obra con nuestro risotto. Lo primero que debemos hacer es elegir el arroz, que como ya hemos visto debe ser de grano medio o bajo para que el almidón se absorba adecuadamente. Se pone en una sartén con un sofrito de cebolla y aceite, aunque también se puede utilizar mantequilla. Se remueve bien para que todos los granos cojan ese sofrito, y luego se le añade el vino, para darle un toque más sabroso, y que el grano también coja ese sabor. Es el momento de empezar a añadir el caldo, que debe estar hirviendo, algo muy importante para que la receta salga bien. Dejaremos el fuego a nivel medio-alto, mientras el arroz se va haciendo, y estaremos pendientes para seguir echando un poco de caldo, no demasiado, cada vez que sea necesario. Mientras tanto, agitaremos el arroz para que vaya mezclándose todo, y el almidón se saque fuera, en una especie de película suave que le dará la textura deseada.

Seguiremos haciendo este método durante un buen rato, mientras el arroz se va haciendo. Controlar las cantidades de caldo puede ser complicado al principio, pero la propia textura del arroz nos dirá si necesita más o menos. Una vez cocido, lo apartaremos y retiraremos la olla del fuego, para añadir a la mezcla el queso parmesano previamente rallado, junto con un poco de mantequilla. Se deja reposar la mezcla con el calor residual, para que termine de fundirse todo. Mientras tanto, en una sartén, pasaremos las setas boletus con un poco de aceite, o simplemente en su jugo, para que se hagan brevemente, y luego las añadiremos a la olla donde todavía debe haber un poco de calor residual. Removemos para que todo se mezcle y servíamos a temperatura ambiente, añadiendo un poco de sal y pimienta si lo deseamos.

Variaciones de este plato

Nosotros hemos optado por mostrar una de las muchas recetas de risotto que existen, y aunque la mayoría se cocinan igual y cuentan con los mismos ingredientes, salvo en nuestro caso por el añadido de las setas, al final cada cual tiene su manera de hacer este plato italiano tan reconocido. Cambiar de variedad de arroz, por ejemplo, ya nos dará otro resultado, otro sabor y otra textura. Utilizar un vino más intenso, un sofrito no solo de cebolla, sino con otras verduras como pimientos o tomates, también puede cambiar por completo el sabor del plato. Y por supuesto, el queso es otro de los ingredientes imprescindibles que pueden hacer variar la receta por completo, ya que no es lo mismo utilizar parmesano que atrevernos a derretir una mezcla de cuatro quesos, para darle una sabor mucho más intenso al plato.